Según la tercera ordenanza muisca (ley que habla sobre el origen de este pueblo) Huitaca es la manifestación de Bachué, la fuerza femenina primigenia, el todo y la nada de lo cual se crea el mundo, se rebeló ante caciques y chamanes, ocacionando que la convirtieran en lechuza y la relegaran a la noche. Mas adelante, los colonizadores españoles compararon esto con el concepto de “pecado” transformándola en símbolo de lujuria y vicio.
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Esta Diosa, representa el conocimiento que nos libera y nos invita a un empoderamiento de nuestras sexualidades, la aceptación de nuestra naturaleza dual de luz y oscuridad, enseñándonos que todo esto hace parte de nuestro ciclo vital y con ello la liberación de la culpa y el miedo. Debemos seguir entonces su vuelo de rebeldía y abrir nuestros ojos ante los paradigmas de lo establecido, asumiendo este arquetipo para comprendernos a nosotrxs mismxs desde una nueva perspectiva libertaria.





